No sale de mi mente ese día, un calido día de abril, a las 2 de la tarde salgo con tranquilidad de mi escuela, el lado hay una iglesia y con un poco de atencion se observa el infinito oceano, es una mirada alentadora para mi en cualquier momento, sin embargo ese dia siento la necesidad de ir a un lugar, que no conozco pero tengo el presentimiento de que sera algo que me gustará. Tomo un camión en busca de ese lugar, que segun se, esta afuera de esta ciudad, mi ciudad es grande, llena de modernidad, en donde uno espera no encontrar mas novedad que los continuos avances tecnologicos, cada vez mas gente y la constante contaminacion. Mi ciudad tiene árboles gigantes, pero estos ya no son de un verde frondoso como en otros tiempos, ahora son de acero con grandes ventanales, recordando cada día el creciente poder capitalista y expansionista que vive el mundo. Mientras dura el viaje, me distraigo en mis pensamientos y trato de imaginarme estar en otro lugar, pasan unos minutos, he llegado a mi destino.
Encuentro un aparente terreno baldío, de gran extension, haciendo esquina con dos avenidas importantes, nadie parece prestarle atencion a este lugar, la gente pasa y continua con sus vidas como cualquier otro día. Sin embargo descubro que una estructura de madera protege a este lugar, me dirijo hacia la puerta, no hay nadie... continuo mi camino hasta finalizar un pasadizo a media luz. Y entonces veo lo que extrañamente buscaba, es un lugar con pastizales, puentes, arroyos, arboles de figuras curiosas, el cielo cambia y se vuelve con un tono de azul mas pasivo, dejando ver nubes que no son opacas ni transparentes, sin duda, un lugar que da la impresion de enigma a cualquiera que este ahi, no se donde estoy, pero me siento parte de ahi. Sigo caminando observando el lugar, entonces la magia del lugar empieza a cobrar vida, se siente la presencia en el aire y sin saber como comienzo a ver escenas y personajes, quizá conocidas, que llaman mi atencion, interactuan entre sí sin prestarme importancia, en algunas partes del pastizal, el escenario cambia a selvas o montañas, solo que de una manera reducida, es un espectaculo bastante entretenido, empiezo a recordar porque estas figuras e incluso voces se me hacen tan familiares, viene a mi mente una visión: un libro. Sigo sin entender, camino hacia un borde del terreno por donde corre libremente el agua y enfrente hay un pequeño puente, que en su centri tiene un simbolo, parecido a un codigo celta o de esos que llego a imaginar como símbolos magicos. No dejo de sorprenderme pero aún hay mas, del cielo y del aire empiezan a salir letras y dibujos, esas letras se convierten en palabras, y las palabras en versos o renglones, y estos a su vez en ligeros poemas o fragmentos. Intento leerlos, y encuentro el sentido de este lugar, son fragmentos atrapados de literatura, de cuentos, poemas y novelas, pero no de todo el mundo como yo esperaría, sino solo de las fascinantes y antes extrañas tierras que un día un marinero ignorante confundió con la India. Me vienen a la mente mas y mas fragmentos de obras de grandes escritores, me siento identificado, es en este lugar donde se puede apreciar de una manera clara los mas puros sentimientos de un ser humano, de la felicidad a la tristeza, de la intriga a hechos comicos, me siento afortunado de estar aqui. Pero empiezo a sentir presencias mas fuertes, de personas, increiblemente no estoy solo, esta vez siento varias presencias humanas repletas de sabiduría y creatividad, las miro, no son personas físicas, son fantasmas, recuerdo que alguna vez les vi el rostro en otro lugar, ahora se quienes son, son los creadores de ese terreno de curiosa felicidad, de ese mundo de magia e historias, son los escritores, los mejores escritores que ha dado este continente, al instante puedo dialogar comodamente con estos fantasmas, puedo ver a Gabriel Garcia Márquez, José Martí, otros escritores que no recuerdo su nombre, pero que posiblemente sean Borges, Vargas Llosa, Rubén Darío y Neruda. Pero me dirijo hacia uno en especial, un hombre que le da mucha vida a este lugar y que admiro sin duda: Juan Rulfo. El me muestra mas a detalle el lugar, el puede crear esas fantasticas visiones sobre sus obras ante mis ojos desorbitados, me da su visión, puedo entender su imaginación y me ayuda a entender más a mi pueblo, a mi ciudad, a mi país. Y me muestra otra imagen, es el centro del lugar, un gran árbol de tronco enorme y que irradia luces de todos colores, es un árbol magico, y entonces lo se, ese arbol es el centro de la creatividad y de la imaginación, todo escritor esta conectado a ese árbol y se necesitarian muchas vidas para alcanzar a comprender todo lo que existe dentro de ese árbol. El día se va, llega la noche y los fantasmas se van, debo salir de ahí, es otro presentimiento, salgo por donde entré, y vuelvo a ver a mi caótica ciudad, donde no existe la tranquilidad, debo volver a casa, ese es mi lugar y se, que si me esfuerzo, podre volver a ese lugar para quedarme eternamente ahi...quiza ese sea mi lugar.